No hay productos en el carrito
Quien no conoce a los Power Rangers y su lucha por el bien. Entonces, ¿Qué opinarías de una historia contada desde el punto de vista de los villanos? Pues bien, eso es Ranger Reject, del mangaka Negi Haruba, autor de las famosas Quintillizas.
Todo comienza con la llegada de una nave alienígena ansiosa de conquistar el planeta Tierra, sin embargo, sus planes fueron frenados por la patrulla del dragón, o dragons keeper, superhéroes que salvaron la humanidad al derrotar a todos los líderes invasores, y dejaron con vida únicamente a los subalternos más débiles.
A partir de ahí, comienzan "peligrosos" y programados enfrentamientos dominicales entre los dragons keepers y el malvado ejército invasor…o eso es lo que buscan aparentar, pues tras bambalinas, estos enfrentamientos no son más que un mero espectáculo guionizado.
Los soldados invasores son capaces de regenerarse pero carecen de fuerza física, y por ello la patrulla les pateara el trasero semana tras semana tal como está pactado. Pero, la situación cambiará con el soldado invasor D, quien ya no soporta la humillación de la farsa y decide enfrentarlos de verdad.
Así, acompañaremos al villano en busca de venganza y al cual se le sumará uno que otro aliado terrícola.
Una trama entretenida que girará en torno a la acción y dinámicos combates, acompañados de un dibujo estético y atractivo.
Uno de los puntos fuertes, es la interesante forma en que expone el punto de vista de los villanos, que viven llenos de frustración y resignación, aceptando sin cuestionar ser ridiculizados en esta obra teatral orquestada. Por otro lado, los supuestos héroes, no son más que un producto comercial y de entretenimiento con tintes bastantes sádicos al abusar de la inmortalidad de los débiles invasores, haciéndonos dudar, si realmente los héroes son los tan honorables justicieros que venden ser.
Así también mostrará las distintas creencias y éticas que tiene cada facción, y como algunos personajes a pesar de sus ideales opuestos trabajarán en conjunto para cumplir sus metas. Y por supuesto, la cuestionable empatía que desarrollaremos hacia los "malvados" alienígenas.
