“Mi campo de visión se desenfocó por las lágrimas que brotaban en silencio, pero incluso con la imagen emborronada, borrosa, y vaga…mantuve la cámara filmando, hasta que sus figuras se derritieron en el crepúsculo” (p.201)
Luego de mucho tiempo, tu club favorito viene nuevamente con una recomendación imperdible de género BL. En esta oportunidad quisiéramos hablarte de Twilight Outfocus (2019) y su continuación -y término- Twilight Outfocus Overlap (2020), originalemnte publicadas en la revista Honey Milk de la famosísima editorial Kodansha. Su mangaka, llamada Jyanome se ha dedicado desde el 2012 al mundo del Yaoi y del BL, siendo finalmente esta obra la que la llevase a la fama cuando ganó el premio al octavo mejor manga en los premios Chil Chil BL Award (2020).
Actualmente, su manga y su continuación pueden ser encontrados tanto en la tutoría de MilkyWay como de Ivrea Argentina, ambas con una excelente edición y traducción, respondiendo cada una a sus propios modismos según su región. Asímismo, ambas manejan una edición rústica de tapa blanda con sobrecubierta, en tamaño B6 (13x18cms.) y páginas en blanco y negro.
Portada y sobrecubierta de Twilight Outfocus. Jyanome, MilkyWay Ediciones (2021)
A modo de resumen, la historia se contextualiza en un instituto masculino en donde los estudiantes viven en residenciales, lo que hace que tanto Mao como Hisashi terminen compartiendo habitación. Si bien este último es un ser un poco complicado, su relación se logra llevar gracias a que tienen ciertas reglas, tales como; Mao no revelará que Hisashi tiene novio y, por tanto, es gay; Hisashi no mirará a Mao con interés romántico ni lo tocará sexualmente; y, finalmente, no interrumpirán la masturbación del otro. Así es como la editorial Milky Way resumen esta compleja obra que no solo se trata sobre dos chicos compartiendo una habitación, sino de los deseos y miedos que cualquier adolescente vive cuando se trata sobre homosexualidad, quién debiese ser digno de merecer tu amor y el camino vocacional el cual seguir en una sociedad que es tan exigente y contraria a las artes.
Portada de Twilight Outfocus Overlap. Jyanome, MilyWay Ediciones (2021)
En primer lugar, nos parece importante destacar el lugar que tiene la cámara y el cine en este manga, que si bien tiene como trama principal el cómo evoluciona el romance entre dos estudiantes, todo se da gracias a la relación que ambos comienzan a configurar en torno a un club de cine y a una competencia escolar que les entregará pasión por lo que hacen y pensar sobre qué quieren hacer con ello a futuro ¿Es válido dedicarse al cine? ¿La cámara, tanto sostenerla como enfrentarse a ella, son vocaciones dignas? Además, Mao tiene el problema de “no poder mentir frente a la cámara”, por lo que finalmente la cámara y el cine pasan a ser elementos que no solo se limitarán a ser los objetos que los unen y qué significan sus pasiones, sino que también los elementos que los ayudarán a revelar sus verdaderos sentimientos, llegando a grabarse en múltiples ocasiones con el propósito de poder ser sinceros el uno con el otro. 
Página 162 (Edición MilkyWay) Twilight Outfocus. Hisashi grabando a Mao
En segundo lugar, a diferencia de muchos otros BL’s, este no es una oda a las relaciones de mayores de edad con menores de edad, sino que todo lo contrario. Invita a una amplia reflexión sobre lo problemático que puede ser sexualizar a un niño desde pequeño y los conflictos internos que puede pasar debido a ello. Por lo mismo, es que se muestra una relación entre adulto y menor de edad para modelar lo destructiva que esta puede ser, y cómo también es, en ocasiones, un reflejo de traumas infantiles. Por ende, en el manga podremos ver la apreciación e importancia que se le da al hecho de que una relación a la edad de la adolescencia se de entre dos adolescentes que estén pasando por un mismo proceso de la vida, y no con un adulto que, por su mayor experiencia, puede llevar al menor a una relación de poder y manipulación.
Página 112 (Edición Milkyway) Twilight Outfocus. Recuerdos de Hisashi
En tercer y último lugar, es imprescindible hablar de cómo Jyanome, su mangaka, logra un trabajo excelente en el uso de saltos temporales para poder ir explicando los traumas que van dificultando la relación de nuestra pareja principal; a la vez que utiliza el guión del cortometraje que graban como club de cine para hacer que relate la verdadera trama que se encuentra trás el implacable drama que nos demuestra página a página. En consecuencia, Twilight Outfocus y su secuela, Twilight Outfocus Overlap, cuentan con una forma de narración sumamente nueva en relación a su género y exquisita en cuanto a dinamismo, haciendo de su lectura una refrescante, angustiante y sumamente llevadera a la vez. Por último, no podemos no considerar la excelente formación de personajes y sus respectivos desarrollos, pues la autora no se limita a sus protagonistas; de hecho, el desarollo de cada uno de sus personajes logra el avance positivo entre ambos protagonistas, que trazan y limpian sus dudas entorno a lo que sus compañeros van componiendo tanto en el aula de clases como en club.
Página 5 y Página 203 (Edición Milkyway) Twilight Outfocus
Inicio de la narración frente a la cámara - Final de la narración frente a la cámara
En conclusión, Twilight Outfocus y Twilight Outfocus Overlap nos relatan una historia sobre amor escolar de una forma sumamente novedosa para lo que es el género BL, conteniendo una crítica a la pedofilía, a la vocación de las artes, al revelarse homosexual, a la prematura sexualización y mucho más si te adentras en su lectura. Nos ha costado mucho explicarte de qué va la historia sin llegar a los spoilers más directos, pero esperamos que si el BL es de tu agrado, sin duda esta breve serie de dos tomos esté prontamente en tu librero, pues no te arrepentirás ¿O acaso una historia que juega con el uso de cámaras dentro de la literatura del manga, que ya es multimodal en su dibujo, puede ser decepcionante? ¡Imposible! Por ello te invitamos a que puedas tener acceso a la lectura de este manga, para llenar tu corazón de un amor sincero, refrescante y sano, lo que, siendo sinceros, es muy raro de ver en el BL.
´“Quiero que me cuentes lo que sientes (...) Vamos, la cámara ya está grabando.” (p.163)
